
La indignación fue evidente en la audiencia de ejecución cuando Melisa López, hermana de la víctima Cielo López, expresó su rechazo al pedido de comunicación por videollamadas para el femicida Alfredo Escobar, condenado a prisión perpetua. «¿A ustedes les parece que esta persona se lo merece?», cuestionó entre lágrimas al juez Gustavo Ravizzoli, quien autorizó el contacto virtual entre Escobar y su hermana residente en Villa La Angostura. También se aprobó el pedido de un colchón nuevo solicitado por la defensa de Escobar.
Durante la audiencia, la querella, representada por el abogado Enrique Velazco, planteó objeciones, especialmente sobre la falta de notificación adecuada y la posibilidad de un trato privilegiado hacia Escobar. Velazco sostuvo que cualquier beneficio debe otorgarse en condiciones de igualdad para todos los internos de la Unidad 11, donde Escobar cumple su condena, y señaló que el acceso a videollamadas para el condenado podría interpretarse como un privilegio injusto frente al dolor de la familia de Cielo López, quien fue brutalmente asesinada.
El juez Ravizzoli escuchó tanto a la defensa como a la querella, finalmente limitando el alcance de las comunicaciones virtuales. Solo se autorizó la videollamada con la hermana de Escobar, excluyendo al resto de sus familiares por no acreditar motivos suficientes de impedimento para visitas presenciales.
La resolución generó sentimientos encontrados. Mientras el derecho a la comunicación de personas privadas de libertad está garantizado por la Ley de Ejecución Penal, el abogado de la familia López insistió en que la justicia debe evitar dar beneficios adicionales a quienes han causado un daño irreparable a sus víctimas y familiares.
PH: Sebastián Fariña Petersen